28.6.24 Ver Online
Las cosas de Jose Azorín
CARTA #7

Mientras escribo suena Into you de Daniel Davies.

Hola;

Espero que estés muy bien o, por lo menos, mejor que hace dos semanas.

El otro día me acerqué a Murcia Capital par asistir al evento de presentación de la Memoria del Diseño de la Región de Murcia y en una de las charlas que se programaron se trató el tema del archivo y la memoria.

Me dio por pensar en las toneladas de material que he ido elaborando y almacenando con el tiempo. Al trabajar básicamente de manera digital, voy acumulando discos duros por doquier, que voy apilando y apenas voy revisando. Perdí la información de uno de estos discos duros, que albergaba información entre 2009 y 2013. La mayoría de esos archivos están perdidos (artworks, proyectos profesionales, música original, como por ejemplo todos los masters de mi primer (y único de momento) disco en solitario "Escritura Automática" entre otras muchas cosas.

Mi (vamos a decirlo sin paños calientes) obsesión enfermiza por hacer cosas sin parar provoca, como daño colateral, cierta falta de apego por lo ya hecho.

Ahora estoy interesado en rescatar un viejo disco duro que tiene proyectos del principio de mi carrera (2005-2009) y lo tomo como si se tratara de un artefacto arqueológico. Ahí tengo ilustraciones, música que nunca ha visto la luz y que no recuerdo cómo eran y todo ello, ahora mismo está perdido porque no puedo conectar este disco duro con ninguno de mis ordenadores.

Soy consciente de que debo de dar más importancia al camino recorrido, que eso me rebajaría mi ansiedad a lo que (creo) me queda por recorrer y al menos podría crear un contexto para saber dónde estoy ahora.

Porque a veces no lo tengo claro.  

En esta charla que te comentaba se indicó algo que me parece curioso y preocupante: lo complicado que es conservar el patrimonio digital. Cambian los formatos, dejando a otros obsoletos. Algo que dificulta mucho su acceso (intenta leer un disquete ahora). El papel es fácil de conservar, lo digital no. Todo mi archivo impreso está más o menos controlado*, pero la cantidad ingente de material digital que he generado con los años corre el riesgo de irse perdiendo por esto que comento.

Y es algo que me ha empezado a preocupar.

Creo que, sin mucho ánimo nostálgico, deberé de tener una actitud más pro-activa de conservación y orden de lo que hago y he hecho. Mi propio museo de mi memoria.

Aunque solo sea para que cuando yo no esté, esa parte de mí, al menos, sí. 

Y ahora una pequeña confesión que te hago, entre tú y yo:

Hasta hace no mucho tiempo pensaba que la mejor parte de mí, o la única que merecía la pena ser tenida en cuenta, era mi obra (o algo de ella). En última instancia, yo no era más que la suma de lo que creaba. Eso provocaba y lo sigue haciendo, mucha angustia en mis fases de inactividad. 

Desde hace tiempo intento no ser una persona que piensa así, porque no creo que sea positivo en absoluto. Estoy lidiando con ello. 

En fin, a lo que iba. Todo esto ha hecho que me dé cuenta de algo: que he parodiado este rasgo mío en la entrevista que he publicado de Pecker Flamingo. El texto lo hice hace un tiempo y ahora me he dado cuenta de ello. Y eso me ha llevado a una segunda conclusión. Ahora que se puede ver ya un poco mis intenciones con Lazaretto Island, debo de reconocer que hay más de mí en todos estos personajes de lo que en un principio hubiera pensado.Y reirse de uno mismo está guay. Es un buen baremo para comprobar si te has convertido en un gilipollas o no. 

Que por cierto (creo que esto ya te lo comenté) lo que más me gusta de crear historias es cuando los personajes adquieren vida propia y toman sus propias decisiones, esté yo de acuerdo con ello o no. Me parece algo totalmente mágico. Pero de eso te hablaré otro día. 

Los archivos perdidos que te comentaba no están realmente perdidos del todo. Conseguí hacer un rescate de disco duro y recuperé la mayoría de ello. Por contrapartida, el sistema de recuperación de archivos no conservó ni el nombre de archivos ni la estructura de carpetas, por lo que ahora tengo una cantidad ingente de archivos desordenados y con números por nombre. Solo conservan su extensión original. Es como ocurre en muchos archivos documentales, que tienen pilas de documentos esperando a ser clasificados. 

O como en aquel mítico almacén. 

Y como siempre, la falta de tiempo es lo que hace que todo eso siga así, una cantidad amorfa de gigas y gigas de información a la que no es posible acceder de manera rápida. 

Esto me ha hecho recordad una curiosidad. No sé si habías reparado en que no hay registros de la voz de Federico García Lorca. Pero es posible que esta se encuentre en los registros fonográficos de una radio argentina, ya que recitó sus versos allí en los años 30. Con tiempo (lo que se traduce en medios y dinero) se podría buscar ese registro, aunque es un poco buscar una aguja en un pajar. Me da la sensación de que puede que tampoco sea ahora mismo una prioridad para el gobierno argentino, por lo que sea. 

Por cierto, me estoy leyendo (poco a poco) "Poeta en Nueva York". Ya te contaré, pero la sensación que sobrevuela siempre cada vez que leo algo de Lorca es de profunda tristeza. La que provoca que uno de nuestros más inquietos creadores nos fuera arrebatado tan pronto. Además, vilmente asesinado.

Asesinado, lo escribo otra vez. En negrita. 

Porque tal y como están las cosas, algun@ saldrá y dirá que Lorca murió por accidente por caerse de un tercero o vayas tú a saber. 

*¿Pero por qué me engaño a mí mismo?

¡Ya ha comenzado oficialmente el verano!

Ya que ha comenzado oficialmente el verano, decidí cambiar la portada de mi web. Esto, el cambiar la portada de la web con el cambio de estación es algo que hacía hace tiempo y me ha apetecido recuperarlo. Así que celebraré cada cambio de estación con una composición original a partir de ahora. 

  • La semana pasado no hubo entrega de Lazaretto Island. Mucha gente* se ha preocupado y alarmado por ello, pero tranquilidad que hay una explicación muy sencilla: solo tengo dos manos. Ahora mismo se me ha juntado el final de temporada de Lazaretto con el disco de Niña de Fuego y a veces me cuesta mucho llegar a todo, que te voy a contar que no sepas. Pero además, también creo que es positivo no publicar y comprobar que no pasa nada por ello para quitarme cierta presión (inexistente, lo sé, pero me la genero yo mismo) y obligación. No quiero que Lazaretto sea una carga o algo parecido. También he de reconocer que las dos historietas que quedan de esta primera temporada me están costando más de realizar que de costumbre, sin ninguna razón en particular.De todas maneras, esta semana lo he suplido con la publicación, por un lado de la entrevista que antes te comentaba a Pecker Flamingo  (recuerda que Lazaretto Island no son solo tebeos y habrá otro tipo de material como este, artículos, etc... en el futuro) y por otra una nueva historieta con Carla Giallo de protagonista. La historieta número 13, un número que por lo que sea me ha acompañado siempre
  • La semana pasada publiqué un Collage realizado de manera automática, esto quiere decir que lo hice sin pensar ni reflexionar. Me hace recordar los viejos tiempos de mi reto de 365 collages. Es pura gimnasia creativa. Ya te comenté en una carta que las mejores cosas a veces suceden así. 
  • He comentado antes que el verano comenzó oficialmente la semana pasada (el día 20 para ser precisos), lo que me recuerda que, como te comenté en una carta anterior, hace un año publiqué en Francia una pequeña historieta que fue parte de un fanzine dedicado a la festividad de Midsommar, del solsticio de verano. Creo que es un momento ideal para volver a leerla. 

Por cierto, sobre la entrevista a Pecker. Además de mucha auto-parodia, apostillo que esta actitud del entrevistado tiene cierta base real. No sé si sabías que hubo una época, justo después de la separación de Led Zeppelin, en la que al vocalista Robert Plant le dio por renegar de la banda y se decía que prohibía mencionarla en su presencia y en entrevistas.

Me hacen mucha gracia las subnormalidades de las estrellas de Rock, no lo puedo evitar. Son una fuente de inspiración inagotable.

*mentira, nadie se dio cuenta. 

Pecker haciendo como que graba en su estudio en esta imagen de archivo de la época anterior a la reunión del grupo. 

¡Dale duro, Carla!

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UNA CANCIÓN.

Me están gustando mucho los avances del nuevo trabajo de Nilüfer Yanya, pero este "Like I Say (I runaway)" me ha flipado, por su sonido que equilibra perfectamente un sonido actual con algo de cadencia urbana y cierta influencia de rock alternativo, noise o incluso grunge, que da un resultado muy fresco y original. Y me encanta cómo suenan esas guitarras distorsionadas

©The Guardian.

UN PELÍCULA.

El otro día estábamos buscando una peli para ver. A veces, para facilitar una búsqueda en plataformas lo que hacemos es definir en el mood en el que estamos, que hace que el filtrado de películas sea más sencillo. Otras veces no funciona tan bien y acabamos viendo Forjado a fuego o el Canal Cocina

Pero esta vez queríamos algo "confortable" y sugerí ver una película que hace como 20 años o más que no veía: The Commitments.

Dirigida por uno de mis directores favoritos, Alan Parker (algún día tendré que hablarte de mi obsesión por su obra "El Corazón del Angel") trata sobre las andanzas de un grupo de chavales del norte de Dublín que quieren formar un grupo de música Soul

Yo recordaba haber visto esta película íntegramente con una sonrisa en los labios y temía que ese efecto se perdiera con los años. Afortunadamente su encanto sigue intacto y volvió a dejarme esa sensación. Es puro good feeling pero curiosamente ninguno de los elementos de la película, a priori, parece que puedan transmitir esa sensación.  Un norte de Dublín decadente y sucio, una clase trabajadora alienada y descreída, mucha lluvia, ningún sol y una precariedad dominante, además de personajes pretendidamente desagradables y disfuncionales. Nunca una película con una fotografía tan deprimente ha sido más luminosa. Porque lo que brilla en la peli son precisamente estos personajes, que irradian energía y buen rollo por doquier a pesar de las circunstancias y de que muchos de ellos sean directamente hostiables. Aún así, llenos de defectos, no puedes evitar cogerles un cariño tremendo.

Como pasa con los amigos y a los amigos les pasa contigo.

Como curiosidad, te diré que el actor que interpreta al desagradable vocalista de la banda tenía tan solo 16-17 años cuando rodó la película, a pesar de que aparente 40, se comporte como tal y tenga una capacidad vocal con un poso de llevar tropecientos años cantando que no parece de este mundo. 

Si tuviera que quedarme con un momento que represente todo esto que digo, sería este maravilloso "Destination Anywhere"

Sigue siendo una peli estupenda y tiene una banda sonora insuperable. Lo muy poco que sé de Soul es gracias a ella. Y por todo ello, te la recomiendo muy mucho. 

The Commitments deseándote unas buenas tardes. © Beacon Communications, Dirty Hands Productions, First Film Company

UNA SERIE.

Me ha sido inevitable pensar en "Derry Girls" de Lisa McGee al volver a ver The Commitments porque comparten cierta energía (jovenes irlandeses de principio de los 90s provenientes de entornos muy católicos y con la boca muy sucia). Una comedia también ambientada, como la peli, en una época deprimente y complicada, esta vez girando sobre un grupo de amigas que pasan su adolescencia en una pequeña ciudad de Irlanda del Norte, Derry o Londonderry, según a quién preguntes.

Cuando estuve allí hace unos años viajando en coche a través de Irlanda, entendí que era Derry para los independentistas y Londonderry para los pro-británicos. Han pasado muchos años y podías notar que el conflicto del Úlster flotaba un poco en el ambiente todavía allí, la verdad. 

Lo que podría ser material para un drama del copón, es aquí una de las series más divertidas que me he echado a la cara (aunque su conclusión fue algo decepcionante). Tiene unos personajes únicos (esa Hermana Michael ya es un icono).

Me hace pensar en ese dicho de que no hay nada más universal que lo local. ¿Cómo una serie tan localista y con una identidad tan propia por el ambiente, entorno y momento que retrata ha podido llegar a tanta gente? Supongo que porque es solamente fiel al material que trata y eso la dota de una autenticidad que conecta con cualquiera.

Aunque seas de otro lugar y otra época, verás tu adolescencia reflejada en ella en cierta medida. 

©Channel 4, Netflix. 

Y con esto me despido hasta dentro de dos viernes. Muchas gracias por leer y recuerda que si quieres comentarme algo, puedes hacerlo por redes sociales, por correo electrónico o en los comentarios de las publicaciones de la página, ya sea para comentar algo de mis proyectos o para realizarme tú alguna recomendación que deba tener en cuenta. Será genial poder leerte. 

Cuídate mucho.  Un abrazo. 

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Jose Azorín 2024.