“La pérdida no existe” me decía mi madre. Mi madre decía muchas cosas y no siempre las entendía. “Las cosas simplemente cambian de un sitio a otro. A veces tenemos cosas cerca y no las sentimos. Otras hay cosas que no podemos ver pero las sentimos cerca. Igual que a veces nos sentimos solos rodeados de gente y otras nos sentimos llenos estando en soledad. Que no sepas encontrar algo no significa que esté perdido”.
No podía dejar de pensar en esas frases cuando la enterrábamos. Casi podía oírla susurrando estas palabras en mi oído.
Fue entonces cuando las comprendí.