19.4.24 Ver Online
Las cosas de Jose Azorín
CARTA #2.

Mientras escribo suena One Bird Radio de Upside Down Umbrella.

Hola;

Me alegro de que vuelvas a leerme en el caso de que ya lo hayas hecho y bienvenido o bienvenida en el caso de que seas nueva o nuevo y no lo hayas hecho todavía. Espero que estés muy bien.

Por mi parte, están siendo semanas de locura, debido fundamentalmente a la preparación del concierto de Niña de Fuego (mi proyecto musical junto a Patricia Candela) que haremos este sábado 20 de abril en la sala Balmoral de Yecla. Si estás cerca de aquí, no dudes ni por un segundo en pasarte porque lo pasaremos bien.

Preparar conciertos y tocar en directo, en mi caso muy de largo en largo, me desgasta mucho, honestamente. Al espaciarlos tanto, cada vez es en cierta manera como empezar de cero y eso consume mucha energía. Y ahí es cuando de repente caigo en la cuenta de que no tengo 20 años por más que finja ignorarlo.

En medio de esta vorágine, es inevitable pensar en lo bien que estaría en mi casa sin meterme en líos de este tipo, pero es un pensamiento que se evapora en seguida.

Leí el otro día que era más fácil dejar las drogas que la música. Nunca he estado en la primera tesitura, pero puedo intuir que en mi caso, de poder comparar, sería así. Nunca he podido (ni querido) dejar de crear música, algo que constaté cuando mi banda de toda la vida nos separamos.

El proceso de la creación musical sigue siendo a día de hoy el que más asombro me produce, porque es la disciplina donde más trabajo por intuición (que ya es decir). 

Nunca sé lo que va a funcionar o no. Se parece mucho a nadar en el mar por la noche sin hacer pie.

Es liberador y aterrador al mismo tiempo. 

Hago música aunque nunca me he considerado músico (a pesar de haber compuesto más de un centenar de canciones, grabado discos, EPs, haber tocado en directo tanto cantando como tocando teclados o baterías). Carezco de conocimientos musicales denominados “ortodoxos” y siempre he abordado la creación musical desde la más pura prueba y error. A pesar de ello, siento un respeto máximo por la creación musical y eso hace que el (aborrecible término) síndrome del impostor se dispare. 

Luego escucho algunas cosas que suenan por Radio 3 y se me pasa XD.

¿El plan perfecto? El plan perfecto.

Ilustración Jose Azorín 2022.

Últimamente reflexiono mucho sobre la creación artística y sus procesos. Creo que es una reacción a todo el asunto de las IAs generativas y el menosprecio al proceso que su uso conlleva. Y he llegado a la conclusión de que hay dos factores principales que definen un proceso creativo: la pulsión y las limitaciones. El primer factor es el motor que mueve todo lo demás, la pulsión es lo que ha hecho que Francis Ford Coppola haya vendido su patrimonio para poder costearse su última y definitiva película “Megalópolis” ante la falta de inversores (y ahora también sin distribuidores). Sin esa pulsión, su idea se hubiera apagado como una vela sin oxígeno en su cerebro. A estas alturas, que sea un bodrio de película o una obra maestra no podría tener menos importancia (porque no puede haber término medio, otro día hablamos de la polarización de la valoración del arte y lo negativo que es). Lo que importa es que la pulsión, ese fuego, ha cristalizado en algo que ahora existe.

Algo que nunca tendrá una IA es la pulsión o necesidad de crear algo. 

Dice el director y escritor Rodrigo Cortés que el estado natural de las cosas creativas es el de su no existencia. Que una idea llegue a ser un libro, una película o una canción sigue siendo una singularidad, un hecho inusitado. 

Y también es un acto mágico, porque al final creamos cosas de la nada (o sacamos conejos de chisteras). 

Pero del arte como acto mágico mejor hablaré otro día. 

El segundo factor (las limitaciones) es igual de importante, ya que lo que nos define como artistas y también a nuestra obra son nuestras carencias. Estas son las que agudizan nuestro ingenio y las que re-direccionan nuestra creatividad y decisiones. Crear algo con medios y presupuesto ilimitados implica, con toda probabilidad, un menor esfuerzo muscular creativo.

Porque el ingenio surge de la necesidad. Si puedes hacerlo todo, es posible que no muestres nada que artificio. Pero si tienes unas condiciones limitadas, vas a tener que esforzarte mucho para transmitir tu idea a pesar de ello. La esencia de esa idea. Y ahí es donde se va a poder ver lo poderosa que es. 

Las buenas canciones lo siguen siendo aunque las toques mal o las grabes fatal. Hay canciones terribles con una producción impecable. Ese es el punto. 

Nunca he sido más creativo que cuando he tenido limitaciones (o sea, casi siempre), ya sean técnicas, de formato, de espacio, de presupuesto o de tiempo. Admiro más a mis artistas favoritos por sus limitaciones y cómo han aprendido a jugar con ellas que por sus virtudes. Por eso digo que las carencias y enfrentarte a ellas son las que te definen. 

¿No es acaso una habilidad el driblar una desventaja?

Pero es que yo soy un artista técnicamente muy limitado, pero mucho. Me cuesta horrores dibujar zapatos por ejemplo y he tardado mucho en encontrar una manera de hacerlo que sea factible para mí. También me pasa con las manos. Realmente me cuesta mucho dibujar casi cualquier cosa. Y si no sabes dibujar cualquier cosa, dibujar tebeos se puede convertir en algo muy complejo, porque la narrativa obliga a dibujar muchas cosas diferentes. No puedes narrar una historia solo dibujando caras de frente. Así que dibujar tebeos, por muy sencillos que sean, me está obligando a adquirir habilidades, sí, pero también a afilar mi ingenio para disimular mis carencias.

Volviendo al símil del prestidigitador, mientras hago aspavientos con una mano, estoy ocultando el truco con la otra. 

El boceto a lápiz de la primera página de la nueva historieta de "Lazaretto Island"

La verdad es que estoy disfrutando mucho con Lazaretto Island. Tanto que ya me resulta irrelevante si alguien lo lee o no.

No me malinterpretes. Aprecio mucho que lo hagas y valoro enormemente tu interés en mis cosas, pero esto ya se ha convertido en un proyecto con un solo lector en mente, yo mismo. Aunque todo el mundo está invitado a la fiesta, si no me divierto con esto y hago con él lo que quiero que sea, no tendrá ningún sentido. Sé que cualquier proyecto debería ser tomado así, sin ambición y con honestidad y un respeto máximo al medio. Lazaretto Island está siendo así de manera exponencial.  

Y sobre la serie, hoy he publicado la quinta historieta, dedicada a un nuevo personaje, Aurelia Tartana (hum… ¿No había otro personaje apellidado igual?).

Puede que en esta haya menos humor, pero eso es algo que no decido yo (al menos no del todo… otro día te cuento como los personajes hablan por sí mismos y hacen lo que quieren). Por cierto, curiosamente el otro día me tropecé con este reportaje sobre secta/estafa piramidal de cryptobros que me pareció espeluznante. 

La semana pasada publiqué una historieta de Lazaretto Island dedicada a “Fortunato y Jacinto”. Aunque te parezca que todas estas historietas son inconexas, te prometo que en mi cabeza todo tiene bastante sentido y espero que un día digas tú también pienses “ah, coño, que todo esto tiene relación, no es tan estúpido como yo pensaba”. Aunque si no fuera así no pasaría nada tampoco y al final lo importante son los amigos que hagamos por el camino. 

Dispones de todas las historietas publicadas aquí.

También he publicado un pequeño “teaser” o adelanto de otro tebeo en el que estoy trabajando desde hace bastante, Hotel Noviembre, y en un tiempo espero empezar a publicar en Cocotte Minute. A veces elaboro composiciones buscando que me transmitan sensaciones concretas, a modo de arte conceptual. Muchas de esas imágenes luego no llegan a ser parte del proceso final, otras sí. Son fogonazos de imágenes que aparecen en mi cabeza y me intrigan. Luego mi obsesión es darle un sentido y una narrativa, unir los puntos invisibles entre ellas. Así es como surgió Hotel Noviembre

Ya te hablaré de ello en su momento.

UN SORTEO.

Si me sigues por Instagram igual ya lo viste, pero ya he superado los 50 suscriptores (muchas gracias a todas y todos por el interés, estoy bastante sorprendido de haber llegado a esa cifra tan rápido)  y como te conté en la anterior carta, porque soy una persona de palabra, voy a hacer un sorteo de una pieza de obra original entre los que estáis inscritos a estas cartas. 

Qué menos, ¿no? 

Esta semana ha sido imposible por las circunstancias que te comentaba al principio de la carta, pero la que viene lo haré (palabra) y lo publicaré en IG

Si fueras ganador o ganadora, no te preocupes que me pondré en contacto contigo. Os deseo toda la suerte del mundo. Y a los que no os toque, no os preocupéis, ni os deprimáis porque cuando lleguemos a 100 haré otro, o ¡quizá antes!

Y de nuevo, recordad que lo importante son los amigos que hacemosVENGA YA!

Un ejemplo de collage analógico que podría ser tuyo. Puede que lo sea. Solo hay que desear las cosas con mucha fuerza y el universo conspirará para que ocurra. ¿A que sí?

UN LIBRO.

Hace poco terminé de leer este libro que fue un regalo inesperado. Me da mucha pereza que haya tanta trilogía, tetralogía, tontelogía y saga… pero en este caso, me animó a leer esta novela que es parte de una trilogía ya publicada (hola Patrick Rothfuss). Este primer volumen, que concluye con un esperable cliffhanger, ha sido una lectura muy sugerente, por lo extravagante de su planteamiento bajo un disfraz de novela ¿juvenil? 

Con una ambientación muy elaborada y detallada, heredera de una estética victoriana decadente y a ratos gótica, no podía dejar de imaginarla con la forma de película de animación stop-motion, a lo Coraline o James y el melocotón gigante. Aunque en realidad la veo algo inadaptable por la forma y el fondo (si la lees lo entenderás). Una mordaz crítica social que me ha parecido la mar de original y sugerente en una edición muy cuidada. Esperando a que Blackie Books publique el segundo y tercer volumen.

Heap House

© Edward Carey - Blackie Books

UN LUGAR.

Como firme defensor de que la felicidad ni existe ni tiene porqué, pero los momentos de felicidad sí y estos hay que buscarlos o saber reconocerlos como pionero buscando pepitas de oro en un río del lejano oeste, hace justo un año encontré un momento así sin pretenderlo en una escapada de fin de semana a Morella, Castellón (no, no ocurrió en un paraje exótico o remoto, ni tampoco en un lugar lujoso ni ostentoso). 

No fue exactamente allí (aunque también pasamos ratos muy agradables, es un lugar altamente recomendable). Fue en un pueblo cercano, en pleno Maestrazgo y perteneciente a la provincia de Teruel, un pequeñísimo enclave medieval llamado Mirambel. Un pueblo que parece estar suspendido en un tiempo indeterminado.

Me imagino que el limbo debe parecerse un poco a esto. 

Comimos en el único restaurante del pueblo (lo que indica lo pequeño que es) y mientras comíamos (de maravilla, por cierto) comenzó a llover. Como sabéis, están siendo unos años de sequía muy preocupante (no se a ti, pero a mí es un tema que me angustia mucho) y llevaba meses sin ver llover. Fue una lluvia breve y suave, pero hizo que todo el aire se inundara del aroma del petricor, uno de mis olores favoritos. 

No sé si opinas lo mismo, pero pienso que los momentos de felicidad la mayoría de las veces se encuentran en los sitios más pequeños o improbables. Y caí en la cuenta de cuál sería la definición de momento de felicidad: 

Un momento en el que ni necesitas ni echas en falta nada, en el que te quedarías suspendido eternamente, como lo estaba ese pequeño pueblo en el tiempo. Así lo sentí yo ahí, bajo una breve pero anhelada lluvia. Y lo mejor es que fui consciente de ello. 

Son momentos breves pero, joder, como brillan y que poso dejan. 

Aunque suene a puta autoayuda, haz el esfuerzo de estar atenta o atento cuando te pase una cosa de estas, porque a veces solo nos damos cuenta a posteriori de que ESE era uno de esos momentos.

Fotografía por Marta.

Por cierto, he creado un sitio donde ver las cartas que voy publicando, por si te acabas de suscribir o te gustaron tanto que necesitas leerlas cada poco porque se han convertido en un ancla emocional en tu vida. 

Puedes hacerlo en esta página.

Con esto me despido hasta dentro de dos viernes. Gracias por leer y recuerda que si quieres comentarme algo puedes hacerlo por redes sociales, por correo electrónico o en los comentarios de las publicaciones de la página, ya sea para comentar algo de mis proyectos o para realizarme tú alguna recomendación que deba tener en cuenta. Será genial poder leerte. 

Cuídate mucho.  Un abrazo. 

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